Un amplificador es un elemento que se encuentra entre las fuentes de sonido y los altavoces. Su misión es seleccionar y acondicionar la señal que llega de las fuentes, y posteriormente aumentar su potencia para que pueda excitar al altavoz, y así producir el sonido.
El término amplificador habitualmente se refiere al de amplificador integrado, donde las partes de selección, acondicionamiento y aumento de potencia están en una misma caja. Las partes de selección y acondicionamiento habitualmente se denominan previos, o preamplificador a todo el conjunto, y no tiene porqué estar necesariamente en la misma caja que la parte de potencia, denominada etapa de potencia. Como lo que intentamos es hablar de amplificadores máxima calidad, vamos a tratar de referirnos a amplificador a lo que es exclusivamente la etapa de potencia. Incluir ambas partes en el mismo entorno tiene una serie de inconvenientes (ruidos por señales parásitas, compartición de fuentes…). Lo amplificadores que incluyen el previo los denominaremos amplificadores integrados.
Amplificar es una palabra muy genérica, se pueden hacer amplificaciones que no sirvan para cargar con un altavoz. La potencia depende de dos términos, uno es la corriente y el otro es el voltaje. Uno no puede existir sin el otro, pero en ocasiones la cuantía de uno de los dos puede ser infuciente para una tarea. Por esto es más exacto referirse a amplificación de voltaje, corriente o potencia, si se amplifican ambos, a pesar de que habitualmente nos referimos a las etapas de potencia como amplificadores.
Estructura de un amplificador integrado
Los amplificadores integrados comerciales constan de una o más fuentes de alimentación que se encargan de suministrar energía a todos los circuitos. Éstos son previos como control de balance, graves, agudos, volumen y otros, y finalmente las etapas de potencia. También puede existir una parte de control, casi obligatoriamente digital, que puede controlar diversas funciones casi siempre referidas a la selección y al acondicionamiento.
Lo mínimo necesario para que pueda funcionar un amplificador es:
- Fuente de alimentación.
- Control de volumen.
- Etapa(s) de potencia.
El esquema más usual de un amplificador integrado es este:
En muchos equipos de alta gama no se incluyen controles de graves y agudos, ya que a ese nivel se entiende que no existen deficiencias que corregir en el resto del sistema. Cualquier corrección del sonido, para evitar reverberaciones y para ajustar el sonido al gusto personal debe hacerse en los altavoces o en el recinto donde se vaya a escuchar el equipo, una solución cara en caso de tener que cambiar algún componente.
El control de volumen siempre es necesario, salvo que esté integrado en alguna de las fuentes, porque no siempre se escucha la música al mismo volumen, tampoco todos los discos están grabados al mismo volumen, ni tampoco todas las fuentes sonoras ofrecen el mismo nivel de salida en su señal.