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Ya estoy de vuelta. El verano en general ha ido estupendo. Corto, pero estupendo.

Por una parte nos hemos imbuido en las fiestas de Moros y Cristianos de Onteniente (gracias Bea!) y por otra, he buceado hasta la saciedad en Tenerife.

He conocido a la gente de Seadive, en Santa Cruz. Gente encantadora. También he conocido a Ferrán Pacheco, de Sepiasub. A destacar la inmersón de LA PARED, en Radazul y la última realizada con Sepiasub, en las costas del puerto.

Lo malo de ser buceador de verano es que cuando empiezas a tener consumos y flotabilidad perfectos ya te tienes que volver a casa… hasta el próximo verano. De todas formas, me he propuesto volver antes del verano que viene.

Nuestro amigo Pedro, veterinario, me prestó insitu un libro de fauna marina tinerfeña, para poder al menos identificar las especies más corrientes que estaba viendo. Éste es un problema corriente, sobre todo cuando estás empezando. Ves infinidad de bichos preciosos, y apenas sabes identificar una tortuga o una estrella de mar.

Con Pedro hice buceo en apnea, muy interesante. Pero la verdad, una vez has probado el buceo con botella nada es equiparable.

He estrenado y probado mi jacket y mi regulador, estupendos ambos. No tengo que ponerles ni un pero.

El apartamento en el que estábamos (Cardón)… una verdadera pasada.